lunes, 20 de mayo de 2013

Otra Vez el Supergrupo, de Efepé y Jan

Cartoné, 48 páginas 12 €.

Ediciones B y Jan han decidido celebrar este cuadragésimo cumpleaños de Superlópez dándole a sus lectores el regreso que tanto pedían, el del Supergrupo y su creador, el guionista Francisco Pérez Navarro. Los personajes habían reaparecido en las viñetas de Nacho Fernández en diciembre del año pasado, pero ahora lo harían con su dibujante original. Sería un cómic nostálgico, de regreso a los inicios, de las luchas contra supervillanos de tebeo entre gags que se encadenan unos detrás de otros.

El argumento parte de una idea sencilla: ¿qué pasaría si el malvado Escariano Avieso pudiese hacer olvidar a todo el mundo quiénes son Juan López y Superlópez? A partir de ese momento el protagonista busca amigos que le recuerden, entre los cuáles está el Supergrupo.

Hay una curiosa continuidad entre este álbum y los anteriores. Efepé mantiene los personajes regulares de la colección, como Escariano o el inspector Hólmez, pero también en el tono de las historias. Si Jan siempre ha tratado un tema de actualidad o se ha basado en un libro para cada tebeo, en este caso el guionista parte de una crítica con ingenio al mercado de superhéroes americano más reciente para desarrollar la acción. Un lector casual tal vez entienda las referencias a Brainiac, Doomsday, Green Lantern... pero alguien más enterado apreciará rápidamente que la intención del cómic es criticar la dirección editorial de Dan Didio, Geoff Johns y Jim Lee en DC o la deriva cinematográfica de Marvel de los últimos años. El argumento está lleno de ironías y ataques dirigidos a las dos grandes editoriales cuando hace referencia a Crisis de Identidad, el One More Day de Spiderman o la saga Vengadores contra X-Men, e incluso se permite también el lujo de hacer un retrato cruel del conformismo de los lectores de superhéroes.



La trama tiene un problema grave de estructura que se sortea la mayor parte del tiempo mediante un buen humor sin pausa. Malentendidos, ridiculizaciones, errores en la forma de expresarse, golpes tremendos, alguna salida de tono extraña (¿Bruto cantando Singing in the Rain?)... Los chistes realmente triunfan de manera gloriosa cuando señalan las convenciones y soluciones fáciles del género de superhéroes o critican el estado actual del cómic americano. Por su parte, los gags de la Chica Increíble (o "Maravillosa", como se le llama en el cómic por error) elevan un poco el incómodo deje machista de los álbumes originales de los 80. ¿Hasta qué punto era necesario verle las tetas al personaje? En el caso del robot Latas es una pena que se quede completamente apartado de la acción, tal vez se le podría haber dado una escena suprimiendo alguna de las innumerables repeticiones del gag del jefe del Supergrupo.

Igual que en los antiguos álbumes del Supergrupo o el cómic dibujado por Nacho Fernández, en esta ocasión también hay bastantes incoherencias argumentales. El villano de los cómics de 1979 quería únicamente vengarse del Supergrupo... antes de que el grupo se formase como tal. En el tebeo editado por EDT el malo oriental al que se enfrentan los héroes anuncia que quiere terminar con el Supergrupo... y sin embargo en ningún momento les dirige un ataque (de todos modos, son tan ineficientes que es increíble que un villano sienta interés por ellos). En este nuevo álbum los personajes viajan al pasado, a un día hacia atrás, pero realmente no es algo que sirva para resolver el conflicto, no se vuelve a hacer una mención al respecto ni vuelven al presente en ningún momento. Tampoco hay ninguna escena en la que se vea que todo vuelve a la normalidad, en la que el Supergrupo o el resto de secundarios vuelvan a recordar a Superlópez.

En su faceta de dibujante, Jan mantiene el mismo estilo detallado y el coloreado profesional que en sus últimos álbumes. No se basa en fotografías de localizaciones reales como otras veces pero las expresiones y posturas de los personajes son dinámicas, variadas y potencian el humor. El diseño del Supergrupo no se ha actualizado, simplemente se nota el contraste entre el dibujo de Jan en los 80 y el actual.



Con todos sus pegas lo importante es que al final se trata de un cómic entretenido y agradable. Dentro de la colección es un interesante contraste con los álbumes anteriores y como historia independiente seguro que gusta mucho entre los nostálgicos y los aficionados a los superhéroes. Como poco ya sólo el título seguro que ha conseguido atraer la atención de muchos lectores y con suerte las ventas le darán un poco de respiro a Jan de cara a sus siguientes tebeos.

(Saliéndome del tema, las horribles guardas del álbum no tienen ninguna justificación, están "sucias" e invertidas de izquierda a derecha.)

2 comentarios:

Mario Domínguez Soler dijo...

Tengo unas ganas enormes de hacerme con él. :)

Anónimo dijo...

Es un cómic muy soso, no horroroso como ese último que sacaron, pero aún así muy prescindible.